No sé si será porque llevo varios días estudiando y necesitaba una ración de fútbol, porque he encontrado un canal en Mogulus que me deja ver partidos a pesar de tener una conexión a internet que va a pedales o porque tenía muchísimas ganas de escribir sobre el Calcio.
El caso es que el ‘derbi del Sole’ que acaba de terminar entre Napoli y Roma me ha encantado. Sé que la liga italiana tiene muchos detractores, que la tachan de defensiva y aburrida, pero nada más lejos de la realidad. En esta jornada, sin ir más lejos, a falta de un partido, ni un sólo 0-0.
En Italia te puedes encontrar cosas muy raras, que apenas se ven ya en el panorama internacional, como ese 3-5-2 del Napoli de Reja, con tres centrales (que hoy han sido un desastre, por cierto) y mucha gente en medio campo, la mayoría, con bastante calidad. Hamsik, que hoy no estaba por sanción, y que suena para el Manchester City es un pelotero fantástico que no tardará en dar el salto a un equipo top del panorama europeo. Blasi y Maggio que ponen el toque y Gargano y Pazienza, son los pulmones. Todos muy interesantes.
Pero además este Napoli cuenta con el ‘pocho’ Lavezzi arriba, que se ha adaptado de maravilla a la liga, y está rindiendo a un gran nivel. Su pareja suele ser el uruguayo Zalayeta, viejo conocido de la afición española, porque pasó por el Sevilla, y porque cuando jugaba en la Juve, un gol suyo dejó fuera de la Champions al Real Madrid. Y como suplente de ambos, otro argentino completísimo, que goleó con Independiente la pasada campaña, Germán Denis.
El problema del Napoli, aparte de sus despistes defensivos está en el banquillo y se llama Edoardo Reja. Es un técnico demasiado rígido en sus esquemas, que antepone su sistema a todas las cosas y que si no varía en su mentalidad, nunca podrá sacar el máximo rendimiento a este grupo de excelentes jugadores que tiene. Parece mentira que un sitio como Nápoles, donde el desorden y la espontaneidad son casi un modo de vida, tenga un equipo de fútbol que se caracterice por el orden. Paradójico ¿verdad?
De todas formas, el Napoli mola, es un equipo que, como todos los grandes venidos a menos, cae bien al espectador neutral. Atrás quedaron los años de Maradona, pero otra vez hay buen fútbol en San Paolo y el domnio del sur amenaza con volver.
Y luego está la Roma. Esa Roma. Esa Roma de la que te quedas prendado aunque no haga un partido brillante. Esa Roma con la que sufres por el mal comienzo liguero, pero con la que disfrutas en Champions. Esa Roma que es capaz de juntar en un mismo medio campo a Pizarro, De Rossi y Aquilani. Esa Roma que de la mano de Spalletti parece que comienza a resurgir, esa Roma que ha recuperado a Baptista, esa Roma en la que un montenegrino como Vucinic se ha covertido en referencia, esa Roma elegante y vertical, esa Roma que es, en esencia, Totti. Esa Roma.
Por cierto, el partido ha quedado 0-3, con goles de Mèxes, Juan y Vucinic. Mejor que leáis esta crónica si queréis enteraros de algo (aunque la única que he encontrado está en italiano).
PD: Primer gol de Beckham en partido oficial con el Milan, y doblete de Kaka’. ¡Tiembla Europa!
PD 2: Ahora un Liverpool-Everton y yo teniendo que estudiar